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Capítulo VII La Ética del Cuidado


Es un modelo moral presentado como alternativa al modelo evolutivo de desarrollo moral elaborado por Kohlberg . Este último es un connotado psicólogo norteamericano y doctor en filosofía, quien en 1958 defendió su tesis doctoral en la que reseña la reflexión que más tarde realizó sobre el desarrollo del juicio moral. Posteriormente Kohlberg fundó el “Centro para el Desarrollo y la Educación Moral”, en Harvard.
Este modelo moral alternativo, fue sustentado por Carol Gilligan, quien trabajó con Kohlberg. Gilligan, a través de su libro In a Different Voice, publicado en 1982, cuestionó la presunta universalidad del modelo evolutivo del desarrollo moral de Kohlberg. Ella propuso un modelo moral alternativo fundado en la filiación y el afecto. Mediante sus estudios quiere demostrar que el actuar moral de las mujeres se centra en la responsabilidad, más que en juicios generales abstractos, como resultado del hecho de que la identidad femenina está construida con base en las relaciones interpersonales.
El cuestionamiento antes enunciado tuvo lugar en el campo de la teoría moral, sin embargo, en otros campos ya se estaba poniendo en duda la pretendida neutralidad de los juicios universales abstractos. Evelyn Fox Keller, a partir de un análisis crítico de la objetividad de los enunciados de la racionalidad científica, cuestionó también la validez y universalidad de sus presupuestos epistemológicos. Ella plasmó su pensamiento en “A Feeling for the Organism y Reflections on Gender and Science”. Nancy Chodorow , psicoanalista, por su parte, en The Reproduction of Mothering, intentó demostrar que existen distintos tipos de socialización diferenciados sexualmente.
Alejandra Castillo , a través de la Ponencia “Retóricas del amor y del cuidado”, introduce muy bien el tema de la ética del cuidado, dejando de manifiesto su origen, principales características y la justificación del nombre que se ha dado a esta nueva ética. Los siguientes extractos corresponden a parte de su ponencia, y espero que den luz acerca del contenido de esta nueva ética-política:
“Desde el imaginario político del republicanismo cívico, casi no reviste novedad encontrar unidas, o al menos asociadas, las palabras mujer y amor. Es por ello, que no extraña que se intercambien sus significados en una especie de juego metonímico en donde la mujer, la mayoría de las veces, es amor, y el amor, casi siempre, se realiza en la mujer. La continua asimilación de dichos términos y su insistente repetición obliga a pensar que habría entre ellos un vínculo que los haría inseparables. Así se podría afirmar, por un lado, que dicha asimilación metonímica, no tendría más relevancia que la de ser una de las características esenciales del “ser femenino”; no obstante ello, por otro lado, se podría afirmar, también, que dicho desplazamiento en los significados representaría un síntoma de algo más que una simple definición por asociación. Siguiendo la segunda alternativa, creemos que la asociación de los términos “mujer” y “amor” conlleva no sólo una especial definición de la mujer marcada por los signos del cuidado, sino que al mismo tiempo, esta definición determina una particular forma de entender la familia, la política y la sociedad. “Mujer” y “políticas del cuidado” constituyen así lugares cardinales a una interpretación moderna de la política que aúna en su seno lecturas feministas y anti-feministas”.
“Desde la primera lectura, el “cuidado” encarnaría el típico rol femenino de guardiana de las tradiciones y de reservorio moral de la comunidad”.
“La segunda lectura, aun cuando rescata al cuidado como un punto constitutivo de la identidad de la mujer, le otorga un diferente estatuto político y social. Esta corriente de análisis ha sido generalmente llamada “ética del cuidado” o “pensamiento maternalista”. Este feminismo intenta rescatar y valorar la maternidad y la crianza, pero ya no circunscritas a la esfera privada, sino que extendidas a lo público en términos de una racionalidad y accionar femenino. Su crítica se despliega contra lo que se considera una ética de la justicia abstracta, liberal y masculina. A esta ética de la justicia, el “pensamiento maternal” contrapone una postura particularista basada en la experiencia de las mujeres en tanto madres. La maternidad y el cuidado se expanden así más allá del ámbito privado de la esfera familiar. En otras palabras, el cuidado se vuelve una otra forma de hacer política destacando los conflictos entre el cuidado por uno mismo y el cuidado por los demás” .
La ética de la justicia, según algunas corrientes feministas, está arraigada en los comienzos de la filosofía política y moral. El estado de naturaleza, modelo seguido por pensadores como Hobbes y Rousseau, propone un paradigma en que las mujeres tienen cabida sólo tangencialmente, según estas corrientes. El hombre aparece solo, la figura femenina solamente aparece ocupando ciertos espacios privados, y la vida pública por completo está entregada al género masculino. Este hombre, para poder convivir en sociedad necesita de un pacto, el pacto social, donde las relaciones son establecidas con fines utilitarios, así como también el conjunto de normas por el cual el cuerpo social se ha de regir. Este conjunto de normas se ha creado para evitar la lucha de todos contra todos; entonces las características relevantes son la independencia, la fuerza, la neutralidad en los juicios morales, la universalidad de la moral y de las normas. Frente a este modelo moral, aparece el modelo de la ética del cuidado, por el que se reclama la salida al mundo público de esos valores femeninos que a través de historia han estado relegados a la vida privada. Las características que plantea este modelo como deseables son la primacía del concepto comunidad por sobre el de universalidad; la aplicación de principios morales contextuales en lugar de los principios morales universales y abstractos propugnados por la ética de la justicia; etc.
“En resumen, el papel de la mujer en la preservación de la especie humana -por mandato de la naturaleza y por la fuerza ética del amor maternal- es el recurso más sensato y más poderoso, para sustituir la violencia por la solidaridad” .
El siguiente cuadro presenta una comparación entre las principales características de la ética de la justicia y de la ética del cuidado.
“El paralelo entre ambas visiones de Ética revela una consideración preferente de la naturaleza, en la Ética del Cuidado” .
El cuadro que antecede ha sido muy ilustrativo acerca de las diferencias entre ambos modelos morales. Ahora, sólo me resta dejar establecido que, pese a que este nuevo modelo aparece estar inspirado en características propiamente femeninas, ese no es el punto que he querido resaltar al incluir este nuevo capítulo a mi trabajo. Por eso me he limitado a dejar presentado que hay una inquietud, que hay un nuevo modelo que pretende tener cabida en el espacio público; más allá de la discusión de si acaso es mejor o no que el modelo anterior, más allá de que detrás puedan existir reivindicaciones de género o no. Lo nuevo merece ser revisado, no para quitar legitimidad a lo antiguo, a lo clásico; sino para conjugar elementos que permitan un mejor desarrollo social. La aparición de nuevas tendencias indica que todo es perfectible, así como ha sido siempre a lo largo de la historia.
Como señalé anteriormente, más allá del hecho de que este nuevo sistema moral responda aparentemente a las características de un determinado género, una visión de lo público que incluya esta nueva mirada de lo social se hace sumamente necesaria. Y con “esta nueva mirada”, no me refiero a una mirada femenina, sino a una mirada particularista, se trata de que en realidad se atienda a un problema moral tomando en consideración el contexto en que se desarrolla. Se trata también de que se asuma la responsabilidad por lo que se deja de hacer, se trata de un compromiso que se debe tomar respecto del que está cerca. Los conceptos individualistas, derivados de las revoluciones en que la libertad era el estandarte, ya están perdiendo vigencia; basta sólo con mirar la evolución que ha tenido el derecho privado, muy a su pesar este derecho está siendo reformulado en pro de una función social que antes no tenía. De protección hacia una parte que se encuentra en desventaja contractual, no es casual el surgimiento de los contratos dirigidos, o la institución que permite la revisión de los contratos en curso. La vida social actualmente exige más que sólo “se permite hacer lo que no dañe a los demás”, para ponerlo en términos positivos a “hacer lo que no se oponga a la ley, a la moral o a las buenas costumbres”. Hoy una mirada social obliga a revisar el concepto de libertad, para hacerlo compatible con el compromiso que se tiene con la comunidad, y en ese sentido la libertad ya no es, y ya no puede seguir siendo, la aspiración máxima del ordenamiento, de la forma en que ha sido entendida. En otro capítulo mostré que está surgiendo un nuevo orden de bienes jurídicos protegidos, lo que manifiesta la tendencia a reconocer que las necesidades de la comunidad están cambiando. El giro se está produciendo justamente hacia lo social, y precisamente con el cuidado hacia los demás como eje.

ANEXO

Juan Carlos Delgado, “El Pera”

Este anexo contiene preguntas que han planteado a Juan Carlos Delgado, “El Pera”, digitalmente a través de la página www.elmundo.es, diferentes personas el día 20 de enero del presente, y las respectivas respuestas. Se ha sintetizado el contenido, atendiendo a los objetivos de este trabajo.

  1. ¿Qué se siente cuando ve recreadas en pantalla imágenes que usted vivió tan de cerca? Un abrazo.
  • Emoción, responsabilidad y es una forma de pedir perdón a la sociedad y a mis padres por todo lo malo que hice.
  1. Buenos días. A pesar de la dureza, me encantó la vida que me contaron en Volando voy. Solo tengo una duda. Me resultó muy difícil de creer la relación entre la mujer y el niño. ¿Qué hay de verdad con respecto a su infancia? ¿Hasta dónde llegó en la realidad? Un cálido saludo.
  • Todas las historias de la película son 100% reales, tan sólo el director inventó un 5% para enlazar unas historias con otras. En concreto en lo de Begoña cortamos demasiado.
  1. Hola, me figuro que estás agradecidísimo al tío Alberto y su Ciudad de los Muchachos, una persona y una institución que me parecen admirables. Sin embargo, me da miedo que iniciativas tan útiles como ésta dependan tan sólo de que un individuo particular le ponga ilusión y ganas, ¿no deberían los organismos públicos apoyar iniciativas similares en toda España, para que todo “Pera” pudiera tener su “tío Alberto”? Muchas gracias, tu ejemplo me parece muy bonito para los jóvenes.
  • Estoy totalmente de acuerdo contigo, pero si no existiesen malos, no generaría tanto negocio. Por lo tanto, a seguir por el mismo camino.
  1. ¿Qué cambios ha notado en la Ciudad de los Muchachos desde su época hasta ahora? ¿Son muy diferentes los chavales de antes a los de ahora? Me encantó la película.
  • Al igual que se ha modernizado el mundo de la delincuencia, el de los niños difíciles también tristemente ha ido hacia el mal, pero hay que seguir teniendo esperanzas por la juventud, que es el futuro.
  1. ¿Por qué le llaman “El Pera”? Saludos desde Carabanchel.
  • Ya lo sabéis casi todo el mundo, robé un Londen en el barrio de Salamanca a un niño pijo y me fui a Getafe con él puesto. Como no era habitual ver a niños en mi barrio con ese tipo de prendas, nació el nombre de “El Pera”. Además, como a la policía le gustaba lo de los alias, ellos lo potenciaron para que fuese popularmente conocido como “El Pera”.
  1. ¿Hay algo que eches de menos de tu infancia, aunque haya sido tan dura?
  • No viví una niñez normal, por lo tanto es lo único que añoro, el haber sido un niño normal.
  1. Hola Juan Carlos, ¿Qué coches de los que has conducido recuerdas con más cariño y por qué?
  • De la época de niño rebelde, el R5 Copa y el 1430 Full. De los de hoy, me gustan todos y ninguno. Pero si me das a elegir, me mola el Aston Martin DB9 y el McLaren F1. Todo un sueño.
  1. En la película “Volando voy” se ve al personaje “El Pera” muy seguro y sin ningún tipo de miedo con todo lo que le va sucediendo a su alrededor, como por ejemplo cosas tan fuertes de ver para un niño, como la muerte del farmacéutico por un disparo, o la niña gitana que esta amarrada dentro de la casa abandonada. ¿Realmente Juan Carlos, Usted fue así, ante todas las situaciones que se le presentó en la vida con aquella edad?
  • Fueron dos de los momentos más duros de mi infancia. Lo del farmacéutico no es 100% real, además el personaje que me acompañaba no era uno de mi panda, era un colega momentáneo. En cuanto a lo de la niña en la chabola, no era cosa mía. Era de uno de mis colegas que era un poco sádico. Ya no vive, tristemente.
  1. Qué lo impulsó a realizar un giro de 180 grados? ¿Algún día no le puede volver a pasar lo mismo? con lo que volvería al punto de partida…
  • Espero nunca tener la necesidad de volver al punto de partida, porque sería un fracaso para mí y para mucha gente, me llevaría a ser otra vez “El Pera” y no tener para comer. El giro fue impulsado por la Ciudad de los Muchachos, mi tabla de salvación y mi Dios en la tierra, el Tío Alberto, quien además de salvarme a mí, ha salvado a muchos niños.
  1. ¿Qué opina de la delincuencia actual? Un saludo.
  • Al igual que se ha modernizado la sociedad, los delincuentes también. Tristemente hoy existe más violencia que antes, son más violentos, las técnicas son más novedosas y no se sabe si el que va con traje es un santo o un canalla. La policía está un poco despistada por tanto extranjero.
  1. Hola, yo soy de Getafe y nunca me ha gustado que relacionen mi ciudad con la delincuencia. ¿Crees que la sociedad Getafense ha cambiado en estos últimos 20 Años?
  • Getafe se ha modernizado. Tu ciudad y todas las ciudades del mundo tienen buenas y malas cosas. Getafe me mola, disfruto de ella y mis padres siguen viviendo allí. Aguantan un poquito, que no soy tan malo.
  1. Hola Juan Carlos. Por mucho que me intento poner en tu lugar me es imposible, pues yo con 11 años era todo lo contrario a ti; niño tímido, retraído y bastante ingenuo. ¿Influye mucho el contexto dónde te crías? Al parecer según la película no parecías venir de una familia tan desestructurada como las del “vaquilla” o el “jaro”. ¿no?
  • Mis padres son unos santos. Fueron víctimas mías. Siempre me apoyaron y lo único malo que hicieron ellos es traerme al mundo y tener que aguantarme.
  1. Buenas, ¿Qué sentía cuando robaba un coche?, ¿Nunca probó drogas en esa época? Gracias. Jordi.
  • Cuando robaba un coche disfrutaba, me divertía y calmaba el mono que sigo sintiendo por la velocidad. Mi temprana edad, mi pronta incorporación a la Ciudad de los Muchachos y mi caparazón me salvaron de entrar en las drogas. Mis colegas tristemente pasaron de robar por placer a robar por las drogas, y en el camino desaparecieron unos cuantos.
  1. He leído que das clases de conducción a miembros de la Casa Real. ¿Quién conduce mejor? ¿El Rey, el Príncipe, Letizia?
  • Doy clases de conducción evasiva para ciertos agentes del Ministerio de Interior. Pero por lo que me preguntas, indudablemente Su Majestad, que es el gran aficionado de la familia al mundo del motor.
  1. Usted, con nueve años, era el líder de una pandilla de gente bastante mayor que usted. ¿Perdió la virginidad gracias a ello con alguna de las chicas “mayores” del grupo?
  • De las que salen en la película no. Pero muy poco tiempo después, sí, con alguna colega del momento. Al igual que fui precoz en el mundo de la delincuencia, también en el mundo del sexo.
  1. Según tu propia experiencia la reinserción ha sido positiva, pero en el fondo ¿estás de acuerdo con la Ley del Menor que protege a éstos a pesar de las barbaridades que puedan haber cometido?
  • Hay que diferenciar el delincuente de barrio y el profesional, al igual que el que ha cometido un delito de sangre. La Ley del Menor tiene muchas lagunas y creo que no hay que generalizar, hay que personalizar para llegar al auténtico problema y poder solucionarlo.
  1. Hola Juan Carlos. ¿Tú crees que si todos los “Peras” tuvieran la oportunidad de reconciliarse con la sociedad, lo harían?
  • Creo que todo ser humano merece una oportunidad. Indudablemente, al igual que “El Pera” supo darle un giro de 180º, otros niños como yo se merecen la misma oportunidad.
  1. Yo me inclino por hacer dos preguntas relacionadas con su pasión, los coches: ¿Cuál es el mejor coche de calle que ha conducido? ¿Y cuál era, en sus tiempos mozos, el mejor coche para escapar de la policía? Muchas gracias.
  • Empezaremos por la segunda. El mejor coche para escapar tiene que ser pequeño, potente y muy manejable, como lo eran el R5 Copa, el Ford Capri, el 1430 y el 128 Sport. De los de hoy, como periodista especializado del motor y piloto probador de todas las marcas, te diré que todos son buenos, pero ahora que no me escucha nadie me gustaría tener uno para cada momento: para el campo un Tuareg, para viajar con la familia una Space, para disfrutar de una buena compañía un Ferrari y para pelearme con un pura sangre un McLaren F1.
  1. ¿Qué se te pasa por la cabeza cuando ves ahora a los niños de 9 años todo el día en casa, atontados con las consolas y la tele?
  • Me produce sentimientos encontrados. Tristeza lo primero, y lo segundo, preocupación. Tienen tanto que no lo aprecian y motivarles es cada vez más difícil.
  1. Juan Carlos, yo soy de Getafe y cuando empezaba el colegio, allá por comienzos de los ochenta, había una banda de malotes entre los que estaba “el chirla”, y no se si posteriormente “el marianito” o algo así, ¿puedes contar algo?
  • Ya sabes tú más que yo. Son amigos de mi infancia y como veo que los conoces ¿qué quieres que te diga?
  1. Saludos Juan Carlos y felicidades por la película. ¿Le ha gustado a tu padre? y ¿Qué es lo que te dijo Tío Alberto que te hizo dar un cambio? Gracias.
  • A mis padres y hermanas les ha encantado, aunque no salen demasiado bien parados, aunque es la realidad. El Tío Alberto con su magia y su Ciudad de los Muchachos me transmitieron magia e hicieron que el niño rebelde pasara a ser normal y que al día de hoy siga tirando del carro, ayudando a otros “peritas” en la Ciudad de los Muchachos.
  1. ¿Qué consejo le darías a los famosos para evadirse de las persecuciones de los “paparazzis”?
  • Que no fuesen famosos, que fuesen anónimos. De tener que salvarse de los paparazzis, lo mejor es no salir de casa o de tener que hacerlo, coger un helicóptero.
  1. Hola Juan Carlos, ¿Cómo sería hoy un “pera”?
  • Depende de la intención. Un pera es un pijo superpijo y “El Pera” sería un chorizo de guante blanco que pondría en jaque a todas las fuerzas del Estado.
  1. Buenos días. ¿A qué edad se sacó el carnet de conducir? ¿Tuvo que dar muchas clases prácticas? Un abrazo.
  • El carné me lo saqué a los 21 años. Suspendí dos veces la parte teórica por no estudiarme el libro y la práctica le bastaron al examinador pocos minutos para saber que estaba ante un experto al volante. Logré un campeonato y un subcampeonato de España de la Copa Nacional Renault sin tener carné.
  1. ¿Tienes hijos? ¿Ves algún rasgo tuyo en ellos?
  • No tengo hijos. Es un proyecto a medio plazo y espero hacerlo lo mejor posible.
  1. ¿En qué cree “El Pera” hoy? Saludos desde Almería.
  • Creo en la vida, en el futuro, en los proyectos, en los amigos. En definitiva, creo que tuve una segunda oportunidad y no la quiero desaprovechar.
  1. Hola tío. Mira, soy amigo de Agueda (la chica asesinada en Baiona-Pontevedra) y se me han caído todas las ideas que tenía sobre la reinserción de la cárcel, porque la rabia me da ganas de matarlo. ¿De verdad que crees que la reinserción carcelaria puede ser útil para asesinos y personajes de esta calaña? Muchas gracias por tu respuesta.
  • Con lo que me cuentas, me quedo sin palabras. Estoy contigo y hay que diferenciar un delincuente o un niño supertravieso de un asesino. Para los asesinos mano dura y a por ellos.
  1. ¿No se para a pensar en la gente a la que hizo daño de pequeño y que no tenía la culpa? Yo fui atracado hace unos años, y aún sufro secuelas físicas y psicológicas.
  • Por eso, y tras haber superado a “El Pera”, me decidí a hacer “Volando voy”. En cierta manera, es mi perdón a la sociedad. Espero que me entienda.
  1. En la película se ve como pegas a Begoña, ¿en verdad un mengajo, como tú eras, pudo pegar a una mujer? Muchos de los que estaban en la sala comentaron que el director se pasó, porque un niño no podía ser capaz de hacer eso. Gracias y sigue así.
  • Los niños pueden hacer eso y más, tú lo sabes. Como también espero que entiendas que lo que sale en la película es 100% real, no me identifico con ello pero así sucedió. A día de hoy, con las mujeres y especialmente con mi reina soy todo un galán.
  1. ¿Qué es lo que falla en el contacto con los menores para que pierdan su relación con el mundo del respeto…?
  • La mala comunicación entre padres e hijos, la falta de confianza y la sociedad en la que estamos, que vamos de aquí para allá a 200 por hora.
  1. Hola “Pera”, actualmente hago carreras clandestinas, donde se mueve mucho dinero, pero yo lo hago por la velocidad y la conducción….quiero dejarlo pero…no sé cómo…aconséjame algo, porque yo se que tú has pasado por esto.
  • El principio de lo que me dices no me gusta, el final es de esperanza. Si quieres disfrutar de la velocidad, sácate una licencia de piloto, corre un campeonato y si crees que eres tan bueno, intenta ganar a Alonso. Lo demás es muy peligroso y te puede llevar a la cárcel. A través de La Ciudad de los Muchachos me puedes localizar. Si necesitas ayuda, allí estoy.
  1. Hola, ¿El Pera qué se siente al ser lo más popular que ha salido de Getafe? Un saludo y sigue con tu legado!
  • A día de hoy soy un ciudadano de a pie. Antes fui conocido como “El Pera” y ahora con la película “Volando voy” abro la puerta de mi casa para intentar aportar mi granito de arena a la sociedad.
  1. En la película hay una escena en que vas en bicicleta desde Getafe hasta el barrio de Salamanca en Madrid…y luego la vuelta, supongo ¿es eso cierto? ¿Por qué no te dedicaste al ciclismo? jejeje
  • Durante mi etapa de piloto era un buen deportista. Los años pesan y ahora no estoy en forma. A cada uno lo que le gusta, a mi los coches y a Indurain las bicicletas.
  1. Hola Pera, ¿hay alguna “aventura” que hayas querido contar en la película, pero que por decisión del director no haya salido finalmente en la película? Eres cojonudo, sigue así.
  • Se han quedado muchas cosas en el tintero, algunas también me las he quedado para mi que no aportarían nada a la película pero sí al morbo, por lo que ahí están en el tintero. En el futuro ¿quién sabe? A lo mejor sale “Volando vengo”.
  1. ¿Tuviste algún accidente en las persecuciones habituales con la Policía?
  • Muchos. Cuando se corren riesgos, el precio son los accidentes. Sufrí unos cuantos, pero estoy aquí afortunadamente para seguir contándolo.
  1. Por sincerarnos un poco y no ser hipócritas,… ¿por qué un ladrón y delincuente como fue usted sale adelante y se codea con la alta alcurnia y yo, que me he “encuernado” estudiando, he sido honrado, educado, responsable y trabajador, no tengo ni un puesto de trabajo ni puedo mantener a mi familia? Creo que muchos como nosotros estamos a punto de dar ese giro de 180 grados, pero en dirección contraria. ¿Qué opina usted?
  • Siento mucho que tu autoestima sea así. La vida a veces no es justa pero “El Pera” no tiene la culpa. Sigue intentándolo y algún día te llegará lo que te mereces. Suerte.
    Despedida: Gracias, muchas gracias por hacerme tantas preguntas, por interesaros por mi y por gustaros mi película, “Volando voy”. Sólo intento contar una vivencia y ayudar a todo el que pueda. “El Pera” afortunadamente hoy, gracias a la Ciudad de los Muchachos y al Tío Alberto, es Juan Carlos Delgado, un amigo de todos vosotros y sobre todo un ciudadano de a pie con sus virtudes y sus defectos. Millones de gracias por haber compartido este rato. La promoción de la película me persigue. Adiós.